lunes, 14 de marzo de 2011

¿Para qué tanto posnatal?

Eugenio Guzmán
Lunes 07 de Marzo de 2011
En el tema del posnatal prácticamente no hay medio en que no se haya discutido y expuesto toda suerte de argumentos; no obstante, siempre vale la pena revisar lo que se ha dicho.

Uno de los argumentos que se han señalado es que la extensión tendría efectos en el empleo. Después de todo, tener fuera de actividad a una trabajadora por seis meses no resulta muy conveniente. Al respecto, si bien la evidencia internacional no es conclusiva sobre el efecto directo en el empleo, sí parece serlo sobre el salario de las mujeres. Dicho en otros términos, se paga en salarios lo que debiera pagarse en desempleo. ¿Por qué? El razonamiento es el siguiente: si la demanda de mano de obra (de las empresas) no cambia en el corto plazo, frente a un aumento de la oferta (mujeres que están dispuestas a trabajar ahora que tienen mayor tiempo para estar con sus hijos), ello debiera tener un impacto sobre los salarios. Adicionalmente, si en el mediano plazo aumentan los costos de reemplazo, ello también debiera manifestarse en menores salarios, particularmente por la mayor oferta de mano de obra, la que a su vez podría compensar cualquier cambio de corto o mediano plazo en la caída de la demanda.

Un segundo argumento que se ha dado es el apego, y al respecto son muchos los estudios que muestran la importancia de éste para el desarrollo de un número importante de habilidades. No obstante, no existen estudios que indiquen cuál es el tiempo óptimo para conseguir los mejores resultados: lo que existe son promedios, medianas, etc. La lactancia podría ser un parámetro, pero si bien hay recomendaciones (la OMS plantea entre 4 y 6 meses), la varianza es bastante grande: algunos estudios muestran que la duración es de un año (lactancia total: exclusiva y completa) y otros 2,5 años (incluso hasta 7). Luego, tampoco parece ser éste el único parámetro.

Existe un problema adicional que tiene que ver con la definición de las conductas que han de considerarse como centrales para el apego. Es que, para que una política como ésta opere, se requiere educación y posterior reforzamiento de tales conductas. Todo ello nos lleva a otro tema: los costos asociados al reforzamiento de la ley. Ello, pues existe el riesgo de que las madres no sigan esas conductas —y por ejemplo opten por trabajar informalmente o dedicar el tiempo disponible a otras actividades— y que el resultado esperado no se cumpla. Esto, a su vez, nos remite al tema de la voluntariedad del mecanismo.

Ante la pregunta de por qué este tema es materia de política pública, la respuesta es obvia: consideramos que la protección de los niños lo amerita. Sin embargo, adoptar esa definición no es gratis, pues significa que asumimos que las conductas relacionadas son sujeto de regulación e intervención por parte del Estado.

En toda esta discusión quedan en pie una serie de otros temas que hacen complejo el panorama de esta política. Primero, que ella no asegura que algunas madres sigan empleando los mecanismos de licencias para aumentar su estadía en el hogar. Segundo, seis meses puede ser un tiempo suficientemente largo de desvinculación, no sólo para los empleadores, sino que también para las trabajadoras mujeres, lo que puede incrementar los costos de reinserción, afectando la productividad. Tercero, en un contexto de fuero materno cabe preguntarse si una legislación como ésta agrega un costo adicional sistema, que se pagará en salarios femeninos.

Por último, una pregunta: ¿por qué, si ningún país desarrollado y con recursos significativos ha optado por estas políticas, Chile lo hace? Hay 3 excepciones: Australia, con 52 semanas, pero sin pago de salario alguno; Noruega y Suecia, con entre 69 y 56 semanas, pero se paga entre un 80 y 100% del salario. El resto no superan las 18 semanas que tenemos actualmente en Chile (las cifras incluyen pre y posnatal). Se dirá que se quiere evitar el envejecimiento poblacional. Pero, ¿en qué quedamos? ¿No era para proteger a la infancia?

Fuente

El blog de Carlos Toledolabarca